domingo, 31 de marzo de 2024

María del Carmen Caramés Gorgal. Primero fue la necedad de no asumir los indicios...

Primero fue la necedad de no asumir los indicios,
después la cobardía de bajar la voz y levantar los codos,
luego la catalepsia brutal del miedo,
y, siempre,
el satélite orbital de la vergüenza.



De "De los días oscuros"
     

sábado, 30 de marzo de 2024

Luisa Sigea. Canción de la señora Luisa Sigea de Velasco, declarando: "Habui menses vacuos et noctes laboriosas, et numeravi mihi"

Pasados tengo hasta ahora
muchos meses y largos
tras un deseo en vano sostenido
que tanto hoy día mejora
cuanto los más amargos
y más desesperados he tenido;
lo que en ellos sentido
no puedo yo contallo;
el alma allá lo cuente;
mas ella no lo siente
tan poco que no calle como callo;
oh grande sentimiento!
que a veces quita al alma el pensamiento,
y cuanto este acaece,
según veo las señales
ya creo que el remedio está cercano;
la vida se amortece,
no se sienten los males
tanto como si esté cuerpo más sano;
pero todo es en vano,
que al fin queda la vida
y torna el alma luego
en el acostumbrado fuego
a ser muy más que antes encendida;
así que en fantasías
se me pasan los meses y los días,
en fantasías y cuentos
la vida se me pasa;
los días se me van con lo primero,
las noches en tormentos,
que el alma se traspasa
echando cuenta a un cuento verdadero
cual es desde que espero
el fin de mi deseo;
cuántas habré pasadas
de noches trabajadas
sufriéndolas por ver lo que aun no veo!
estas muy bien se cuentan,
mas ay que las que quedan más me afrentan!
En esto un pensamiento
me acude a consolarme
de quantos males solo dél recibo
pensando en mi tormento
no oso de alegrarme
según que se me muestra tan esquivo;
con todo allí recibo
con tan nuevo consuelo,
y aunque parece sano
no oso echarle mano,
que a quien vive en dolor todo es recelo,
y al fin helo por bueno
y huelgo de acogerle acá en el seno.
Esta es una esperanza
que viene acompañada
de razón, que por mi parte no ha faltado,
que habrá de hacer mudanza
en la fortuna airada
que ha tantos años contra mí durado,
y aunque fuera hado
o destino invencible
de cruda estrella,
muriera el poder de ella
con el de la razón que es más terrible,
y con ser perfecto
traerán de mi deseo buen afecto;
mas ay! no sean estas
consolaciones vanas
que así como se sienten no esperadas
ansí se van tan presto
que dejan menos sanas
las almas donde fueren gasajadas;
las noches trabajadas
ajenas de alegría,
los días, meses y años
llenos de graves daños
habré de pensar siempre noche y día;
si en esto el remedio se halle
no sentiré el trabajo de esperadle;
porque no seas de las gentes creída
canción conmigo queda,
que yo te encubriré mientras que pueda.



En la "Antología de poetas españolas.
De la generación del 27 al siglo XV"


viernes, 29 de marzo de 2024

Luisa Luisi. Sueño

Este sueño me pesa más acá de los ojos...
Sueño de unas pupilas eternamente insomnes;
que por almohada piden la tiniebla infinita,
y por manta el espeso silencio de la noche.

En el mármol velado de mi estatua yacente,
bajo los siete velos de la inmovilidad,
ceñir con bandeletas de olvido a mi conciencia
como a una vieja momia de polvorienta faz.

Y para que el silencio me envuelva más profundo
y no turbe ni el día obscuro sopor,
cegar los ventanales de mis anchas pupilas,
detener los latidos del torpe corazón...



De la antología "Volver"

jueves, 28 de marzo de 2024

Luisa Carvajal y Mendoza. Amor

Ay soledad amarga y enojosa
cansada de mi ausente y dulce amado,
dardo eres en el alma atravesado,
dolencia penosísima y furiosa.

Prueba de amor terrible y rigurosa
y cifra del pesar más apurado,
cuidado que no sufre otro cuidado,
tormento intolerable y sed ansiosa.

Fragua que en vivo fuego me convierte,
de los soplos de amor tan avivada
que aviva mi dolor hasta la muerte

Bravo mar en el cual mi alma engolfada
con tormenta camina, dura y fuerte
hasta el puerto y ribera deseada.



En "Safo en Castilla"
    

miércoles, 27 de marzo de 2024

Lucía Sánchez Saornil. Hora

La tarde
pegaba su cara a las vidrieras
Vivíamos un verso antiguo
Desde el fondo del cuarto
el espejo dialogaba con nosotros
Tus palabras se troncharon alas
contra los cristales
Cambiábamos las manos
como bandejas colmadas
de los frutos nuevos de todas las promesas
Los labios tímidos
apretaban su horca
mientras la tarde
nos volvía la espalda
arrastrando su pena.



De la antología "Peces el la tierra"

martes, 26 de marzo de 2024

Leonor de la Cueva y Silva. A los celos

Siempre guerra me dais, terribles celos;
celos, nunca acabáis de atormentarnos;
injustos celos, no queréis dejarnos,
pues que siempre nos dais tantos desvelos.

Ladrones sois de el nombre de los cielos,
que os disfrazáis ansí para matarnos,
pues de vuestra ponzoña no hay librarnos,
aunque más por huir alcemos vuelos.

Veneno sois, bastardos, mal nacidos,
del alma pena y de la vida infierno,
flecha del corazón, del pecho fuego,

donde se abrazan todos los sentidos,
y al fin sois, celos, un tormento eterno
laberinto intrincado de amor ciego.



En la "Antología de poetas españolas.
De la generación del 27 al siglo XV"


lunes, 25 de marzo de 2024

Julia Prilutzky Farny. Señal

I

Tengo la boca ardida de palabras.
De sonidos,
de voces ahogadas.
La terca dulcedumbre de la espera
por mis labios resbala
y en mis hombros anida y se recoge
la forma inesperada de tus manos.
De qué me sirve este latido inútil
y esta artera presencia de la sangre
y este saber de ti, sin presentirte.
De qué me sirve, nada,
su estoy entre la niebla. Y soy la niebla
por donde asoma -púrpura inviolada-
este exacto recuerdo del futuro,
esa tenaz memoria en la distancia.



De "Comarcas"
En "Antología del amor"

domingo, 24 de marzo de 2024

Julia de Burgos. Viaje alado

Hoy me acerco a tu alma
con las manos amarillas de pájaros,
la mirada corriendo por el cielo,
y una leve llovizna entre mis labios.

Saltando claridades
he recogido el sol en los tejados,
y una nube ligera que pasaba
me prestó sus sandalias de aire blando.

La tierra se ha colgado a mis sandalias
y es un tren de emoción hasta tus brazos,
donde las rosas sin querer se fueron
unidas a la ruta de mi canto.

La tragedia del mundo
de mi senda de amor se ha separado,
y hay un aire muy suave en cada estrella
removiendome el polvo de los años.

Hasta mi cara en vuelo
las cortinas del mar se me treparon,
y mis ojos se unieron a los ojos
de todas las pupilas del espacio.

Anudando emociones
sorprendí una sonrisa entre mis manos
caída desde el pájaro más vivo
que se asomó a mirar mi viaje alado.

Por encima del ruido de los hombres
una larga ilusión se fue rodando,
y dio a inclinar la sombra de mi mente
en el rayo de luz de tu regazo.

Como corola al viento,
todo el cosmos abrioseme a mi paso,
y se quedó en el pétalo más rosa
de esta flor de ilusión que hasta ti alargo...

 


sábado, 23 de marzo de 2024

Juana de Ibarbourou. ¿Sueño?

Beso que ha mordido mi carne y mi boca
con su mordedura que hasta el alma toca!
Beso que me sorbe lentamente vida
como una incurable y ardorosa herida!

Fuego que me quema sin mostrar la llama
y que a todas horas por más fuego clama!
Fue una boca bruja o un labio hechizado
el que con su beso mi alma ha llagado?

Fue un sueño o vigilia que hasta mí llegó
el que entre sus labios mi alma estrujó?
Calzaré sandalias de bronce e iré

a donde esté el mago que cura me dé.
Secadme esta llaga, vendadme esta herida
que por ella en fuga se me va la vida!



De "Las lenguas de diamante"

viernes, 22 de marzo de 2024

Juana Castro. Destierro

Yo no soy de esta tierra.
Era ya extranjera en la distancia
del vientre de mi madre
y todo, de los pies que la alcoba me anunciaba
destierro.
Busqué de las palmeras
mi voz entre sus signos
y perforé de hachones 
encendidos la amarga
región del azabache. Yo no sé 
qué vuelo de planetas torcería 
mi suerte.
Sobre el mundo desvío, sé que voy
como víbora en celo, persiguiendo
el rastro de mi exilio.
   
No encontrará mi alma su reposo
hasta que en ti penetre
y me amanezca
y ría. 



(De No temerás, 1994)


En la antología "Poesía soy yo.
Poetas en español del siglo XX (1886-1960)"

jueves, 21 de marzo de 2024

Josefina Romo Arregui. Pétalos

Quiero besarte la risa
y sus notas cristalinas,
colgándome de los labios
parecerán campanillas;
quiero besarte la luz
que brota de tus pupilas.
cómo será fría o cálida?
lo mismo que cuando me miras?
sueño mi beso estuviera
lejos del radio en que gira
lo que es, pues yo quisiera
bajo la noche tranquila
besarte lo que ninguno
hasta hoy te besaría.



En la antología "Peces en la tierra"

miércoles, 20 de marzo de 2024

Josefina de la Torre. 2

De haber sido
sería igual que tú. 
Tan cierta,
que en mi recuerdo vives,
rubia y pequeña,
envuelta en la tranquila
claridad de tus ojos.
Si hubiera sido,
igual que tú sería: 
sonriente,
con tu traje bordado de azucenas
y con los brazos 
con que me rodeabas.
Sería 
tan igual a ti misma,
que como nunca ha sido,
ni es,
ni ya será, 
te has quedado oscilando entre mis sueños,
mía,
prisionera en la luz aquella
que he perdido.



(De Marzo incompleto, 1947)


En la antología "Poesía soy yo.
Poetas en español del XX (1886-1960)"

martes, 19 de marzo de 2024

Idea Vilariño. Esperando, esperando...

Esperando, esperando.
Temblores de paloma
y tensiones magnificas.
Como un caer de hojas,
como un vaso de fuego
bebido lentamente.
Un silencio de lluvia,
una paz de redoma,
una ansiedad cerrada
alargada hasta dónde
y un desear la música 
apasionadamente.
Las más pesadas gotas
indecisas hundiendo
el corazón, golpeando
dolorosas, terribles,
repentinas, pausadas,
cayendo largamente.

Como un ramo de flores oscuras
en el pecho.



En "Poesía completa"
    

lunes, 18 de marzo de 2024

Ida Vitale. Agosto (y las perseidas)

Lo imaginado apenas,
lo radiante fugaz,
has de seguir, año tras año,
ciega que pretende
crearse en un espejo.



De "Léxico de afinidades"
En la antología "Cerca de cien"
 

domingo, 17 de marzo de 2024

Gloria Fuertes. Aconsejo beber hilo

Me gusta,
divertir a la gente haciéndola pensar.
Desayunar un poco de harina de amapola,
irme lejos y sola a buscar hormigueros,
santiguarme si pasa un mendigo cantando,
irme por agua,
cazar cínifes,
escribir a mi rey a la luz de la una,
a la luz de las dos,
meterme en mi pijama
a la luz de las tres,
caer como dormida
y soñar que soy algo
que casi, casi vuela.



De "Aconsejo beber hilo"



sábado, 16 de marzo de 2024

Gloria de la Prada. Qué fatiga es ser mujer!

Qué fatiga es ser mujer!
Es tan sólo un caminito
el que nos dejan correr.



De la antología "Peces en la tierra"


viernes, 15 de marzo de 2024

Gladys Ilarregui. Prevalece el invierno

A Lucía 

El invierno, el padre oscuro, el padre con sus perros
y lobos, el que lleva en las orejas el sonido del hielo
de las flores caídas y sollozando en el atardecer
viene a buscarnos
nos saca de la casa, nos encuentra entre libros vacíos
da miedo tocarlo acariciarlo, enciende páginas
de escrituras íntimas, escrituras que queman
en el paisaje de ramas despobladas,
flotan nubes como mujeres extraviadas
flotan por las calles y junto al muelle.
   
Nota a pie de página: la espuma que era blanca 
se hace verde, me crece el corazón como una lluvia
de meteoros, al caminar el mar en este invierno
cuando sé que no cruzas ya esta región, 
esta ruina del tiempo por el mundo.



De "Manifiesto de ruinas y destellos"

jueves, 14 de marzo de 2024

Gioconda Belli. Huelga

Quiero una huelga donde vayamos todos.
Una huelga de brazos, de piernas, de cabellos,
una huelga naciendo en cada cuerpo.

Quiero una huelga
de obreros       de palomas
de chóferes      de flores
de técnicos      de niños
de médicos       de mujeres

Quiero una huelga grande,
que hasta al amor alcance.
Una huelga donde todo se detenga,
el reloj         las fábricas
el plantel       los colegios
el bus           los hospitales
la carretera     los puertos

Una huelga de ojos, de manos y de besos.
Una huelga donde respirar no sea permitido,
una huelga donde nazca el silencio
      para oír los pasos
      del tirano que se marcha.




De una antología
      

miércoles, 13 de marzo de 2024

Gertrudis Gómez de Avellaneda. A Él

No existe lazo ya: todo está roto:
plúgole al cielo así: bendito sea!
Amargo cáliz con placer agoto:
mi alma reposa al fin: nada desea.

Te amé, no te amo ya: piénsolo al menos:
nunca, si fuere error, la verdad mire!
Que tantos años de amarguras llenos
trague el olvido: el corazón respire.

Lo has destrozado sin piedad: mi orgullo
una vez y otra vez pisaste insano...
Mas nunca el labio exhalará un murmullo
para acusar tu proceder tirano.

De graves flatas vengador terrible,
dócil llenaste tu misión: lo ignoras?
No era tuyo el poder que irresistible
postró ante ti mis fuerzas vencedoras.

Quísolo Dios y fue: gloria a su nombre!
Todo se terminó, recobro aliento:
Ángel de las venganzas!, ya eres hombre...
ni amor ni miedo al contemplarte siento.

Cayó tu cetro, se embotó tu espada...
Más, ay!, cuán triste libertad respiro...
Hice un mundo de ti, que hoy se anonada
y en honda y vasta soledad me miro.

Vive dichoso tú! Si en algún día
ves este adión que te dirijo eterno,
sabe que aún tienes en el alma mía
generoso perdón, cariño tierno.




En la "Antología de poetas españolas.
De la generación del 27 al siglo XV"

martes, 12 de marzo de 2024

Gabriela Mistral. Yo no tengo soledad

Es la noche desamparo
de las sierras hasta el mar.
Pero yo, la que te mece,
yo no tengo soledad!

Es el cielo desamparo
si la cuna cae al mar.
Pero yo, la que te estrecha,
yo no tengo soledad!

Es el mundo desamparo
y la carne triste va.
Pero yo, la que te oprime,
yo no tengo soledad!



[De Ternura, 1924]


En la antología "Poesía soy yo.
Poetas en español del siglo XX (1886-1960)"
       

lunes, 11 de marzo de 2024

Eunice Odio. Poema séptimo

Germinación


II

Alguien pasa rozándome las venas
y se abre el surco entre la flor y el labio.

Es que llega la noche
en columna de amor y ruiseñores;
su casco azul, lacustre, enjuaga el alba,
baja la niebla por su piel y huyen
roces de pluma herida y madrugada.

Y antes de ser,
para futuro arribo de planeta
tiniebla inaugural,
cristal esquivo,
quietud de sumergidos resplandores,
la noche es de aire y tallo oscurecido.



De "Los elementos terrestres"


domingo, 10 de marzo de 2024

Clara Lair. Lullaby mayor

Duerme, mi niño grande; duerme, mi niño fuerte:
que el juego del amor rinde como la muerte.
  
Alas le dé a tu sueño el éter de quimeras
que ha dejado en tu rostro tan dolientes ojeras.
Calma le dé a tu sueño el mar de los sentidos
que ha dejado tus brazos tan largos y tendidos.
   
Duerme, mi niño grande; duerme, mi niño fuerte:
que el juego del amor rinde como la muerte...
   
(Allá afuera es la luna y el marullo del mar,
en la fragua del trópico brillando por quemar!
Allá afuera es la esencia-veneno del jardín,
y los pérfidos astros
avivando, encendiendo azabache, alabastros
en carne negra y blanca: la caldera sin fin
del trópico
trasmutando los cuerpos al corto cielo erótico!)
   
Duerme, mi niño grande; duerme, mi niño fuerte:
que el juego del amor rinde como la muerte.

(Allá afuera es el negro camino de miasmas,
y mi sombra acechando tu sombra entre fantasmas!
Duende callado y ágil, vigílame la puerta!
Que se va si despierta!)
   
Me quedaré a tu lado quieta, casta e inerme,
mientras tu alma sueña mientras tu cuerpo duerme.
   
Quizás ningún empeño
de mi cuerpo y mi alma
te dé lo que ese sueño...
   
Quizás la vida fuerte
es nada ante la calma
que te dará la muerte...
   
(Marullo del mar, cállate, sepúltate, coquí!
Que así, dormido o muerto, quién lo aleja de mí...!)
   
Duerme, mi niño grande; duerme, mi niño fuerte:
el sueño de la vida con la muerte se expande...
   
(Porque no amara a otra, que ni a mí misma amara!
Que la tierra por siempre sus brazos desquiciara!
Ay, si no despertara!)



De "Trópico amargo"

sábado, 9 de marzo de 2024

Clara Janés. Ahora inmóvil

Como el azote de un eterno viento
veo la vida que golpea al tiempo.
Muestra el ahora su absoluto en llamas,
   pleno, perfecto.
   
Ciega mis ojos la existencia pura.
Ata mis manos el espacio. Tengo
presos los pies entre la red del aire,
   presa la mente.
  
Nada desea, atenazada, el alma,
sólo un pilar donde dejar los huesos.
Se hace el silencio y el olvido todo.
   Todo el sosiego.



(De Límite humano, 1965)


En la antología "Poesía soy yo.
Poetas en español del siglo XX (1886-1960)"
      

viernes, 8 de marzo de 2024

Circe Maia. De abril

para María Teresa

Este día tan lleno de niñez:
las cápsulas verdes de los eucaliptos
en el suelo, entre hojas.
   
El buen aroma frío y viejo, trae
de la mano, consigo,
los paseos al sol y por un parque
en un abril de viento.
   
Por mirar la vereda así y oír el ruido
de las hojas, arriba;
por recoger las cápsulas y aspirar hasta el alma 
su antiguo olor, se puede
-a veces sí, se puede-
abrir las puertas cerradas hacia días remotos:
   
las mañanas de sol y un aire limpio, fino
los bancos de madera por el borde del parque 
las veredas desiertas
un viento decidido contra la cara, frío
y en la mano, tibieza de la mano materna.




De "En el tiempo"
En "Transparencias"

jueves, 7 de marzo de 2024

Chantal Maillard. Escribir (fragmento)

escribir 

para decir el grito
para arrancarlo
para convertirlo 
para transformarlo
para desmenuzarlo 
para eliminarlo
escribir el dolor
para proyectarlo para actuar sobre él con la palabra
   
escribir
   
para descansar
(escribir que el sol, en invierno, es hermoso)
   
por no llorar tan dentro
tan a escondidas 
   
escribir
   
hasta la extenuación 
para que se derrame el dolor contenido
desde el inicio del mundo
   
escribir 
para rebelarse
sin provecho
   
a pesar de la derrota ya prevista
   
porque no hay rebeldía que no esté justificada 
ni violencia que no sea, en el fondo,
inocente,
         escribir 
   
con derecho al llanto
   
escribir para curar
escribir para guarecerse 
escribir como si cerrase los ojos 
para no cerrarlos
para mover la mano y seguir su curso
para sentirse viva
AÚN 

para aplazar la angustia
como simulación 
para guiar la mente y que no se desboque
para controlar lo controlable



(Escribir, en Matar a Platón seguido de Escribir, 2004)


En "Rojo-Dolor. Antología de mujeres poetas en torno al dolor"

miércoles, 6 de marzo de 2024

Casilda de Antón del Olmet. El amor y la constancia

El amor y la constancia
son enemigos mortales;
por eso yo no te quiero,
para poder ser constante.



De la antología "Peces en la tierra"

martes, 5 de marzo de 2024

Carolina Valencia. Balada

Azul está el cielo, la noche callada,
los mares dormidos, la luna argentada
cual globo de nieve radiante se alzó:
su rayo apacible, que pálido brilla,
dibuja en las aguas gentil navecilla
que surta en la orilla su dueño dejó.

Llevada en los giros del cura serena
se escucha a lo lejos fugaz cantinela,
perdidas estrofas de amante cantar,
que abajo en el fondo del valle resuena,
que languido y suave sus ámbitos llena
cruzando sus ecos la playa y el mar.

-Despierta -repite la voz solitaria,
-Despierta y escucha la dulce plegaria
del bardo nocturno que muere de amor;
despierte la niña de blonda guedeja,
consuele al que viene llamando a su reja,
responda a mi queja del triste cantor.

De tierras lejanas cansado y doliente,
buscando he venido tu faz sonriente,
mis playas de oriente por ti abandoné;
y al plácido arrullo de mis barcarolas,
de noche y a solas los mares crucé.

Oh! Ven, hada blanca, de placer mi vida:
su manto nos presta la sombra temida;
huyamos en busca de un mundo mejor.
Ven pronto a mi lado, visión hechicera:
mi pecho te llama, mi barca te espera
y en la otra ribera mi nido de amor-.

Cesó del amante la voz cadenciosa;
y a poco, cruzando la vega frondosa
la tímida virgen y el joven doncel,
se vio que a la orilla del mar se acercaban,
que audaces y alegres las ondas surcaban
haciendo sus remos volar el bajel.




De "Ambición"

lunes, 4 de marzo de 2024

Carmen Plaza. Artes

Mientras escribo este poema,
mientras alguien me dicta
palabras, palabras, palabras,
todas distintas, todas repetidas,
alguien mata con diferentes artes
mujeres, mujeres, mujeres,
todas distintas, todas repetidas.



De "Manual de diosas"

domingo, 3 de marzo de 2024

Carmen Conde. Que largo trabajo el tuyo...

Que largo trabajo el tuyo
hasta lograr socavarme,
y que el amor me consuma
y que no pueda olvidarme
de que estás en mis entrañas
recomiéndome la sangre.



De "Cancionero de la enamorada"

sábado, 2 de marzo de 2024

Blanca Varela. Conversación con Simone Weil

-los niños, el océano, la vida silvestre, Bach.
-el hombre es un extraño animal.
   
En la mayor parte del mundo
la mitad de los niños se van a la cama hambrientos.
   
Renuncia el ángel a sus plumas, al iris,
a la gravedad y la gracia?
   
Se acabó para nosotros la esperanza de ser mejores ahora?
   
La vida es de otros.
Ilusiones y yerros.
La palabra fatigada.
Ya ni te atreves a comerte un durazno.
   
Para algo cerré la puerta,
di la espalda
y entre la rabia y el sueño olvidé muchas cosas.
   
La mitad de los niños se van a la cama hambrientos.
   
-los niños, el océano, la vida silvestre, Bach.
-el hombre es un extraño animal. 
   
Los sabios, en quienes depositamos nuestra confianza,
nos traicionan.
   
-los niños se van a la cama hambrientos.
-los viejos se van a la muerte hambrientos.
   
El verbo no alimenta. Las cifras no sacian.
   
Me acuerdo. Me acuerdo?
Me acuerdo mal, reconozco a tientas. Me equivoco.
Viene una niña de lejos. Doy la espalda.
Me olvido de la razón y el tiempo.
   
Y todo debe ser mentira
porque no estoy en el sitio de mi alma.
No me quejo de la buena manera.
La poesía me harta.
Cierro la puerta.
Orino tristemente sobre el mezquino fuego de la gracia.
   
-los niños se van a la cama hambrientos.
-los viejos se van a la muerte hambrientos.
   
El verbo no alimenta.
Las cifras no sacian.
   
-el hombre es un extraño animal.




En "Y todo debe ser mentira"
    

viernes, 1 de marzo de 2024

Blanca de los Ríos. Preludio

Lo que aquí canta,
lo que aquí expira
trémulo el labio sobre la lira,
no son humanas palabras rudas;
son armonías de otro universo;
son luz del alma cuajada en verso;
son del espíritu las hablas mudas.

Son las silentes
hablas remotas
que, cual gemidos selvas del alma
suenan en largas degradaciones,
como elegías, como oraciones,
como susurros de un mar en calma.

Son hablas tristes
que a nuestro oído
pronuncian seres que hemos perdido;
son vagas músicas; son remembranza
de lo entrevisto, de lo soñado;
son el memento de lo pasado
y el sursum corda de la esperanza.

Son lo indecible,
lo inexpresable;
voces amorfas de lo inefable
que en vano ensayan lenguas ignotas,
y en ansia eterna como el deseo
tercas repiten su balbuceo,
como en la playa las olas rotas.

Son vaticinios,
son confidencias;
gárrulos himnos, blandas cadencias,
trovas que el viento silba en las cañas,
risas que el agua presa borbota,
rachas que vienen de playa ignota
trayendo sílabas de hablas extrañas.

Manar de fuentes
que sin rumores
fluyen del seno de los amores;
raudal perenne nunca agotado,
rumor de besos de honda cisterna,
donde sus labios, con sed eterna,
pondrán las almas que no han amado.

Voces de aurora,
voces de lumbre,
voces de halago, de dulcedumbre;
voces suavísimas, cómo amasadas
con leche y mieles y luz de luna;
líquidas perlas que, una por una,
beben las bocas de amor quemadas.

Ayes que expiran
bocas dantescas;
largos sollozos de las Francesas
que Amor consume con fuego eterno,
y en cuyos labios abrasadores
florecen rojos besos de amores,
besos que alumbran el negro Infierno.

Sordo murmullo
de sediciones,
hondas, calladas, rebeliones;
roncos bramidos de turba loca
que la conciencia súbito asalta,
como rompiente que en polvo salta
cuando iracunda bate la roca.

Y a veces, sola,
muda, inefable,
truena la augusta Voz formidable:
la que los mundos destruye y crea.
La tierra tiembla y el sol se inclina,
mientras sus rayos Siná fulmina,
mientras la zarza de Oreb llamea!

Y a veces honda,
tenue, callada,
suena en nosotros la voz sagrada
como las brisas sobre los mares,
como las arpas de la Poesía,
como las dulces hablas que oía
la tierna Esposa de los Cantares.

Son hablas mudas,
largos arrullos,
quejas suaves, blandos murmullos;
hablas que esparcen raras virtudes;
hablas que esconden altos misterios,
ora salmodien como salterios,
ora suspiren como laúdes.

Largos arpegios
de arpas de oro,
que por el aire blando y sonoro
desgranan notas como sartales
de vivas perlas de claro Oriente;
versos que oculta rima la fuente
hilando ensueños, plata y cristales.

Notas de un canto
jamás oído;
música muda, voz sin sonido;
voz que tuvieran las ilusiones
llamando a citas inmateriales...
Voz que tuvieran las ideales,
nunca logradas aspiraciones.

Son las silentes
hablas internas
ecos lejanos de otras eternas;
voces que el hombre lleva en su abismo,
voces que agrandan sus soledades
cuando en sus propias inmensidades
se encuentra a solas consigo mismo.



En la "Antología de poetas españolas.
De la generación del 27 al siglo XV"