Germinación
II
Alguien pasa rozándome las venas
y se abre el surco entre la flor y el labio.
Es que llega la noche
en columna de amor y ruiseñores;
su casco azul, lacustre, enjuaga el alba,
baja la niebla por su piel y huyen
roces de pluma herida y madrugada.
Y antes de ser,
para futuro arribo de planeta
tiniebla inaugural,
cristal esquivo,
quietud de sumergidos resplandores,
la noche es de aire y tallo oscurecido.
De "Los elementos terrestres"
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