jueves, 29 de febrero de 2024

Bernarda Ferreira de Lacerda. El desierto de Bucaco

Jardín cerrado, inundación de olores
Fuente sellada cristalina y pura
Inexpugnable torre, do segura
De asaltos, goza el alma sus amores.

Intactas guardas tus hermosas flores,
Matas la sed, destierras la secura,
Ostentas majestad, y desa altura
Penden trofeos siempre vencedores.

El verdor tuyo nunca el lustre pierde
Ni se enturbia el candor de tu corriente,
Firme está tu invencible fortaleza.

Que es el jardín cerrado siempre verde,
Es siempre clara la guardada fuente,
Y es propia de la torre la firmeza.



En "Safo en Castilla"

miércoles, 28 de febrero de 2024

Aurora de Albornoz. Cristal ya

Dónde se fueron tus ojos...?
Colgados fuera del tiempo
-hechos cristal y cansancio-
los vi en el fondo de un sueño.
Tus ojos -maullido y salto-
eran quietud y silencio.
Su pereza ensimismada,
blanco letargo de invierno.
Dónde está la fuerza verde
que amenaza el misterio?
Dónde se quebró la chispa
que atravesaba lo negro?
Eran tus ojos los ojos
que vi en el fondo del sueño?
Hechos cristal y cansancio.
Colgados fuera del tiempo.




de "Brazo de niebla"
En "Un trozo menudo de tiempo"

martes, 27 de febrero de 2024

Anay Sala Suberviola. Llámalo X.

Se despejan las dudas:
hay constante.
Aparece templado el equilibrio.
    
(Ha resuelto tu boca la ecuación.
Eres la solución
a todos mis poemas)



De "Ý (turno de réplica)"

lunes, 26 de febrero de 2024

Ana Rossetti. Nightingale

"Cada palabra es una herida. Debo tener cuidado"
Jorge Díaz

Noche, palabra mía henchida de sucesos.
La aflicción, el vacío, la muerte, la tiniebla
avivan en tus sílabas sus temores y ansias.
Extenuado nombre, fatigada corola,
para caer de ti como cansino pétalo,
o hundirse en tus confines, abiertos, afilados,
beso ardiente, última sensación,
locura extrema.
Noche, noche, amor mío,
es que acaso me atreveré a saltar
traspasada de ti hasta la muerte?
Lengua: nupcial espada.
Apenas te mencione, convocadas estrellas
insistirán solicitas mostrando el desvarío
de tus ojos vibrátiles.
Oh noche, qué incitante, qué turbadora eres;
madre y devoradora, acercas tu regazo,
y cómo quiero huir, cómo desertar quiero
de tus lágrimas ávidas, como intento esconderme
de tus manos, oh noche, mi tristeza.
Y quizás seas la única, la palabra final
que todo amor explique. Y el estremecimiento.
Y el magnífico instante que ni aun la memoria
más fiel y enamorada consiente en repetir.
Noche, tristeza mía, todavía es posible
que te llame, y me abreve en el láudano amargo
que destilan tus letras. Que a tu herida me entregue
y a tu abismo, mi tristeza, mi noche,
todavía es posible.
Oh noche mía, acaso... acaso te amaría.

   a James Forrestal que se arrojó al vacío antes de terminar de escribir la palabra "ruiseñor", es decir "NIGHTingale".




De "Yesterday"


domingo, 25 de febrero de 2024

Ana María Navales. XVII

La dama fantasmal se posa en el espejo
como un ave de silencios y de nubes.
Trae en cada verso un anillo de tristeza,
una sombra de lejanía en la palabra.
Es sólo un gris de lluvia rezagado,
una silueta remota de otra imagen,
pero hiere mientras cruza la memoria
y escribe su nombre en lugares indefensos.




De "Los labios de la luna"

sábado, 24 de febrero de 2024

Alfonsina Storni. La palabra

Naturaleza: gracias por este don supremo
del verso, que me diste.
Yo soy la mujer triste
a quien Caronte ya mostró su remo.

¿Que fuera mi vida sin la dulce palabra?
Como el óxido labra
sus arabescos ocres
yo me grabé en los hombres, sublimes o mediocres.

Mientras vaciaba el pomo, caliente, de mi pecho,
no sentía el acecho,
torvo y feroz, de la sirena negra.

Me salí de mi carne, gocé el goce lás alto:
oponer una frase de basalto
al ingenio oscuro que nos desintegra.




Del poemario "Ocre"

viernes, 23 de febrero de 2024

Florencia del Pinar. Será perderos pediros

Será perderos pediros
esperanza qu' es incierta,
pues cuanto gano en serviros
mi dicha lo desconcierta.

Cresce cuando va más
un quereros que me hace
consentir, pues qu' a vos place
mis bienes queden atrás.

Mas verés con mis suspiros
la pena más descubierta,
pues cuanto gano en serviros
mi dicha lo desconcierta.

  

En la Antología general de poetisas españolas. 
Tomo I: Hasta 1900



jueves, 22 de febrero de 2024

Alejandra Pizarnik. (Sin título)

En la otra orilla de la noche
el amor es posible

-Llévame-

Llévame entre las dulces sustancias
que mueren cada día en tu memoria.




En su Poesía completa



miércoles, 21 de febrero de 2024

María Paz Guerrero. Busca legumbres repletas de mañana...

busca legumbres repletas de mañana
ve cilantro 
tomates
acelgas
todo ha sido escuchado
con las propias manos
todo se ha estirado
en esa tierra
   
en una noche de tormenta
desentierra yerbas
corre con los gajos
hasta la carretera
se emparama 
las tira
del otro lado del vergel
vuelve a casa
moja las baldosas
se baña con agua hirviendo
limpia el piso con un trapero viejo
se acuesta
ve los rayos caer
desde la ventana
piensa en la tierra del jardín revuelta
   
las papas ya no florecen 
los pájaros picotean las papayas
   
un recuerdo hexagonal 
con garras de puercoespín 
   
olvidarlo pero se planta
   
arrancarlo
pero las espinas



De "Dios también es una perra"

martes, 20 de febrero de 2024

Claribel Alegría. Cómo cantarte?...

Cómo cantarte
pájaro 
si tu vuelo es más bello
que un poema?


De "Soltando amarras"
   

lunes, 19 de febrero de 2024

Eva Gallud. No estoy sola...

no estoy sola 
   
en cada montaña hay una mujer
que se entierra en nieve hasta las costillas
nos comunicamos con pedazos de espejo 
   
la estrella caída al borde de la cumbre
                                  parpadea
es señal de buena esperanza



De "Letanía del frío"

domingo, 18 de febrero de 2024

Gloria Fuertes. Palomas

Mis manos son dos aves,
a lo mejor palomas
que buscan por el aire
una luz en la sombra.
Mis manos al mirarte,
quedaron pensativas, 
yo temo que enloquezcan
si es que en ti no se posan.




De "Lo que pasa es que te quiero. Poemas de amor (y desamor)"
   

sábado, 17 de febrero de 2024

Rosalía de Castro. Un desengaño

En las riberas vagando
de la mar, las verdes olas
mira Argelina y contando
las horas que van pasando
vierte lágrimas a solas.

Sus lindos ojos de cielo
en el horizonte fija,
por ver si encuentra consuelo
mas ay!, que es vano el anhelo
que su corazón cobija.

Su amante le dijo allí
desde su buque velero:
"Aguarda Argelina aquí:
que si hoy dejarte prefiero,
mañana vendré por ti".

Y entera la noche larga
que silenciosa corría
vio pasar; pero en su impía,
cruel desventura amarga
no vio que su bien volvía.

Y el día también llegó
más fue que llegara en vano,
que el bien que ansiosa esperó,
consuelo de mar tirano,
por el mar no pareció.

Y allí todavía está
mirando a la mar movible,
por ver si la mar le da
lo que tal vez imposible
para Argelina será.

Y viendo al fin reducidas
sus esperanzas en nada,
viendo en el viento esparcidas,
las ilusiones perdidas,
su bienandanza frustrada,

mirando al bien que se aleja
con su fugitivo encanto,
dijo en tristísima queja:
"¿Por qué tan sola me deja,
cuando yo le amaba tanto?

¿Por qué si tras él corrí?
¿Por qué si hasta aquí llegué?
¿Por qué si tanto esperé
a verle más no volví?

¿No comprendió que sin él,
fuera un tormento mi vida,
donde guardara escondida
llena una copa de hiel?

¡Adiós, ventura de un día!
¡Adiós, delicia soñada,
donde he mirado estampada
toda la esperanza mía!

¡Ya nunca más te veré,
que el rudo penar que siento
me irá consumiendo lento,
y de dolor moriré!

¡Adiós, hermosa ribera
donde mi esperanza dejo
ya para siempre me alejo
de tu orilla placentera.

Mas si viniendo él aquí
oyeras su dulce canto,
contéstale, dile cuánto,
cuánto por él padecí!...»

. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .

Ya su vivienda tornando
supo después que olvidada
fue de su amante, y postrada
no resistió su dolor.

Y encerrándose en la tumba
tanta belleza en un día
nadie pensó que moría
¡de un desengaño de amor!



De la antología "Rosa de Sombra"

viernes, 16 de febrero de 2024

Rosario Castellanos. Nocturno

Me tendí, como el plano, para que aullara el viento.
Y fui una noche entera
ámbito de su furia y su lamento.

Ah, quién conoce esclavitud igual
ni más terrible dueño?

En mi aridez, aquí, llevo la marca
de su pie sin regreso.



De "Al pie de la letra"
En "Juegos de inteligencia"

jueves, 15 de febrero de 2024

Sara Torres. Porque he conocido el amor

PORQUE HE CONOCIDO EL AMOR
yo os canto
con el mismo gesto en la voz
con que antes cantaron otras
y seguirán las jóvenes
en el peso del verano
-grávidas; un panal
de mieles y abejas-
hablándose al oído



De "El ritual del baño"



miércoles, 14 de febrero de 2024

Silvina Ocampo. Oración del sueño

Oh sueño que me robas tanta vida!
Que me robas mi tiempo tan amado!
Sueño que me deleitas, que he buscado
en la vigilia, que mi amor no olvida.

Alza tu cortinado muy despacio:
en los jardines de tu oscuridad
no me amedrentes con la claridad
de otros mundos brillando en el espacio.

Es anterior tu dicha a tus amores.
Se acercan el futuro y el pasado
sin asombro en el tiempo entrelazado
en páramos con rocas y con flores.

Con qué sabiduría fiel concibes
tu mágico, tu inédito argumento,
esa esencia de vida, ese fragmento!
Con qué amor en tus sendas me recibes!



De "Poemas de amor desesperado"


martes, 13 de febrero de 2024

Sor Juana Inés de la Cruz. Contiene una fantasía contenta con amor decente

Detente, sombra de mi bien esquivo
imagen del hechizo que más quiero,
bella ilusión por quien alegre muero,
dulce ficción por quien penosa vivo.

Si al imán de tus gracias atractivo
sirve mi pecho de obediente acero,
para qué me enamoras lisonjero,
si has de burlarme luego fugitivo?

Mas blasonar no puedes satisfecho
de que triunfa de mí tu tiranía;
que aunque dejas burlado el lazo estrecho

que tu forma fantástica ceñía,
poco importa burlar brazos y pecho
si te labra prisión mi fantasía.



De "Versos profanos"


lunes, 12 de febrero de 2024

Teresa Wilms Montt. I

   La luz de la lámpara, atenuada por la pantalla violeta, se desmaya sobre la mesa.
   Los objetos toman un tinte sonambulesco de ensueño enfermizo; diríase que una mano tísica hubiera acariciado el ambiente, dejando en él su lanquidez aristocrática.
   Una campana impiadosa repite la hora y me hace comprender que vivo, y me recuerda, también, que sufro.
   sufro un extraño mal que hiere narcotizando; mal de amores, de incomprendidas grandezas, de infinitos ideales.
   Mal que me incita a vivir en otro corazón, para descansar de la ruda tarea de sentirme vivir dentro de mí misma.
   Como los sedientos quieren agua, así yo ansío que mi oído escuche una voz prometiéndome dulzuras arrobadoras; ansío que una mantita infantil se pose sobre mis párpados cansados de velar y serene mi espíritu rebelde, aventurero.
   Así desearía yo morir, como la luz de la lámpara sobre las cosas, esparcida en sombras suaves y temblorosas.

    

De "Inquietudes sentimentales"

domingo, 11 de febrero de 2024

Winett de Rokha. Estaño

Entre las piedras, brotadas de musgo,
se estancó la pena,
como agua de lluvias desmemoriadas.

Flor malsana,
mujer eterna, abandonada y oscura
mano de pétalos de aluminio.

Caravana de polvo, siniestra,
multitud de agujas envenenadas,
rebozo gris, gabardina de ocaso.

Mis dedos tranquilos y castos,
desdoblaron del arpa terrosa
sonidos de cuerdas vencidas.

Fue la pócima de niebla,
óleo de rosas negras,
enloquecidas sobre mi frente...
sellada por siete sellos de plata.
  


De "Fotografía en oscuro"
  

sábado, 10 de febrero de 2024

Yolanda Pantin. Pereza

-Igor, no ves que somos como los perros
que van delante de los ciegos
sorteando, como se dice, las troneras 
frente a un semáforo?
   
No es poco, me parece,
suponiendo que la poesía...
    
Pero sobre éste y otros temas
ya lo dijo todo la Szymborska. 



De "Lo que hace el tiempo"
    

viernes, 9 de febrero de 2024

Pilar Romero Burgos. Huyendo de mí misma II

Huyendo de mí misma salgo por la ventana,
desde dentro del cuarto
me contemplo volar instalada en el viento.
Voy nadando en el aire
hacia las nubes, jubilosamente,
quebrando levemente la cintura
cambio el rumbo del vuelo
y me lanzo en picado hacia los árboles,
los tejados, las gentes
y les paso rozando y me elevo de nuevo.
Una bandada de aves piando estrepitosa
atraviesa la tarde.
Me confundo con ellas y giro enloquecida,
embriagada de bochorno y de ruido 
en el cielo rojizo del verano.
Me contemplo a mí misma
acodada sin fuerza en la ventana.



De "Estancias prohibidas"


jueves, 8 de febrero de 2024

Dolores Catarineu. Tú tienes el silencio...

Tú tienes el silencio
de todos los silencios, 
lo sellaste en tu marcha, 
los dejaste encerrados
en los recuerdos;
los nombres, la palabra...
ni interés, ni dulzura...
Has parado las horas
de todos los relojes;
todo es silencio. 
Silencio del espacio, 
en movimiento. 



Otros poemas
En "Ausencia"
 
 

miércoles, 7 de febrero de 2024

Mónica Nepote. Fuego

La lengua resplandece por el aire. La tierra es víctima de la violenta llama. Devora. Tras el silencio, un balbuceo toma la forma y la destruye. Es la luz la que corrompe el infierno. La luz cuya herencia de ceniza forma el alfabeto legible de los cegados.



En "Sombra roja. Diesiete poetas mexicanas (1964-1985)"
    

martes, 6 de febrero de 2024

Reneé Acosta. La multiplicidad no niega sino más bien insiste...

La multiplicidad no niega sino más bien insiste
en la consagración etérea de tu naturaleza viva

La materia no niega como tampoco afirma
su instancia ahí de estar-ahí concluyente

La solidez no implica como tampoco deduce
lo que la mano al tocarla afirma

Quién soy yo para negar o afirmar la solidez de tu materia?



En "Sombra roja. Diecisiete poetas mexicanas (1964-1985)"



lunes, 5 de febrero de 2024

Florencia del Pinar. Canción V

   Cuidado nuevo venido
me da nueva manera
pena la más verdadera
que jamás yo he padecido.
   Yo ardo sin ser quemado
en vivas llamas de amor,
peno sin haber dolor, 
muero sin ser visitado
de quien por beldad vencido
me tiene bajo su bandera.
Oh, mi pena postrimera,
secreto fuego encendido!



En "Poéticas. Antología de mujeres del siglo XVI"
  
  

domingo, 4 de febrero de 2024

Isabel de Vega. Glosa

De una herida mortal
que solo amor pudo darla
quedó mi sentido tal,
que ni vive con el mal
ni bien con el bien se halla,
y cuando más sin remedio,
más contento en su pasión, 
entonces de compasión 
el mismo amor le dio medio;
tanto puede la afición. 
Tanto puede la afición 
que en justo lugar se emplea,
que con muy justa razón 
palma sin contradicción 
llevará el que así pelea;
mas guárdese de mudanza 
el que tal victoria espera;
susténtese en su esperanza,
que cualquiera bien se alcanza,
cuando con fe persevera. 
Cuando con fe persevera 
el que en bien amar se gasta,
finge contento aunque muera,
y al fin hace de manera
que poco favor le basta,
y es tan acepto este amar,
que aunque sin pena pudiera,
quiere mucho más penar
que tal victoria alcanzar
donde premio no se espera. 
Donde premio no se espera
de los servicios y amor,
un corazón de una fiera 
no pienso que resistiera 
el sentimiento y dolor;
mas no desmaye el penado
ni le venza la pasión, 
que si tal es el cuidado,
de solo haber bien amado
de allí saca galardón. 



En "Poéticas. Antología de mujeres del siglo XVI"



sábado, 3 de febrero de 2024

Claribel Alegría. Último umbral

Un paso más
dos o tres quizá
un mirar hacia atrás 
el vértigo
el abismo
y cruzar el umbral
que me lleve hacia ti.



De "Saudade"


viernes, 2 de febrero de 2024

Lauren Mendinueta. Escrito en el aire

Escribir la palabra puerta y sonreír,
pasar el umbral de la palabra y sonreír,
cerrar con cuidado la palabra y sonreír,
guardar la llave de la palabra
y recordar que estamos solos y solas 
del otro lado de la palabra puerta.
Sonreír? Sí, sonreír para no llorar.



De "Vivir tan adentro"




jueves, 1 de febrero de 2024

Marina Romero. He perdido mi sombra...

He perdido mi sombra con el sol de las doce
y he recorrido el campo sola hasta el mediodía
he dejado en ayeres lo que yo más quería
y en mitad del camino se me ha perdido el goce.

Mi corazón se niega a que se le despoje
de esa inmensa largura que tiene todavía,
y espera que la noche se duerma en lejanía
sin herirle sus sueños al más peuqeño roce.

La vida que uno vive se la teje inventando,
y aunque la verdad falte o se nos rompa el hilo
hay que seguir forjando con ahinco la trama,

porque si se nos marcha la sombra desangrando
nos quedaremos sólo en inquieto filo
de una luz o una sombra, de un ayer o un mañana.



De la antología de poetisas españolas
Tomo II
de la editorial Torremozas