Empiezas como ilusión
e invades el pensamiento,
siendo ya un suplicio lento
y una creciente obsesión.
Vas perdiendo el corazón,
las entrañas exaltando,
los pulsos precipitando,
y con tu fuego esclavizas,
y aún ya muerto, tus cenizas
la vida van abrasando.
De "Otro libro de amor"
No hay comentarios:
Publicar un comentario