Entro y salgo,
incursiones en una lengua ajena
golpes de tambor con bambús ajados
que a nadie llaman.
De pie, a punto de fuga
apenas ojeo
un tiempo pasado de mayor alcurnia.
No sé dónde cae este trozo
y se quiebra en otros pequeños
cómo se desliza,
si escurre o es absorbido por mi cuerpo
o se seca... chorreando
y luego invisible se pierde.
Nada cruje ni babea, nada forma galaxia
como un poema de Stevens
o una casualidad de William Carlos Williams.
No hay Sharon Olds,
solo viejas que cruzan las piernas
y nada entre ellas.
De "Falla la noche"
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