viernes, 10 de enero de 2025

Ethel Krauze. Coda

Hasta que el canto se convierta en flor
de lluvia, y limpie con su manto al mundo;
cantemos,
hermanas de una sola carne.
No habrá más oda que la alondra en vuelo
ni más celo será la propia sombra.
Seremos lumbre, hermanas,
caminaremos sobre el hielo,
cruzaremos tormentas
sembraremos racimos en el cielo.

Cantemos, hermanas, cantemos.
Hay una Ilíada nuestra: una Diosa que escucha y que contesta.



De "La otra Ilíada"


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