A mí misma, en la edad previa
Llegará el día en que un pájaro lisonjero
se pose en tu plato.
No habrá más espacio para el desasosiego.
La paz prepara ya la última conquista
mientras extiendo hacia ti
estas torpes palabras.
Recuérdalo: muy pronto sabrás por la esperanza
que el amor no era esto.
Hasta entonces, besa tu cuerpo y tus años
-son tuyos, no de nadie-,
limpia el vuelo y el alma;
disponte tú misma para la alegría.
De "Muchacha con mirlo en las manos"
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