Y por fin un café
sin prisas y sin miedo,
pero una taza es poco
para tanta sed junta.
La gitana nos pide
monedas para un sello.
Escribir o llamar?
Surgen de todas partes
targetas y telegramas.
Y ahora qué y hacia donde?
Todavía hay quien mira
nervioso el cielo claro.
De la antología "Mujeres y café"
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