Destrozo cada paso
que doy y destruyo con ellos
lo lento, el miedo, las ausencias,
aquel año en el paro.
Si mi corazón te pide un día que vengas
a buscarme, recuerda
que mis manos han tocado
la muerte de tres de mis seres
más queridos.
Desde entonces soy una pobre mujer coja,
pero tengo la fuerza de las bestias:
sé cómo se cae y cómo una se levanta,
y tengo la sangre negra.
De "Documentum"
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