Mundo que gira. Reloj.
¿Es desde siempre la espera
tan sólo femenina?
¿la clara certeza inmediata
no cuenta?
No sirve el dolor ni el remedio.
¿No sigue
-muy lenta- la implacable ruda?
Un clima a cada alegría.
Para cada dolor ¡cuánta fuerza
nos falta!
Bajo un cielo transitorio,
que pesa,
o en el soleado llano que fulgura,
seremos - es más fuerte que nosotros-
la eterna vestal que suplica
y espera.
De la antología de Poetisas españolas
Tomo II: desde 1901 a 1939
de la editorial Torremozas
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