lunes, 31 de julio de 2023

Reneé Acosta. En la conjunción bendita...

En la conjunción bendita
-similar al agua entre las grutas-
agua de infinito éter te presentas
te haces par-impar y vuelves
como vuelven los hilos a la memoria
Así fluidamente eres recuerdo
en la ecuménica presencia de las cosas



En "Sombra roja. Diecisiete poetas mexicanas (1964-1985)"


domingo, 30 de julio de 2023

Irma Pineda. Una espina

Una espina adentro de la carne
es el dolor
Quiero abrir mi piel entera
para dejarlo aquí
    debajo de esta tierra
    la misma que abriga la olla de barro
        casa de mi ombligo
    la tierra que sostiene el cordel de mi vida
    la que habrá de jalar mis riendas
para volver con flores
        y poner en la mesa de los santos
        y llevar a las tumbas de mis muertos
Pero una espina bien metida
adentro es el dolo
             Partiré con él aunque me pese




En "Sombra roja. Diecisiete poetas mexicanas (1964-1985)"

sábado, 29 de julio de 2023

Amaranta Caballero Prado. Fin del invierno o poco antes de la primavera

Fin del invierno o poco antes de la primavera

Diminuto el amarillo de las florecillas. Comienza el mes de marzo.

Semanas antrás busqué entre las cajas los cuerpos de los pájaros.
Conté cuatro cráneos, salvé muchos de los libros. Todo se iba
diluyendo: melodía veloz: el agua despareciendo por el drenaje o la
idea de un río antiguo.
Cruzar el asfalto de un puente sin banquetas
en una ciudad de cables, autos, en pedazos.
Ráfagas de imágenes: fino resplandor.

Envolví entre periódicos todos los vidrios. Me ayudaron a limpiar la casa.
Adrede recogí y guardé algunas sombras que por la noche escaparon
hacia el refugio en sus esquinas: finalmente lo agradecí.

Ahora ya veo mis ojos frente al espejo
también me veo a lo lejos
desde arriba
desde una esquina
escarbando
arañando con el filo de las uñas
el pensamiento
el sueño
tu cara

Diminuto el amarillo de las florecillas con su polen y sus dulces abejas.
Comienza el mes de marzo y se acerca el recuerdo sonoro de las procesiones.
Toda la belleza: todo lo que temo.



En "Sombra roja. Diecisiete poetas mexicanas (1964-1985)"

viernes, 28 de julio de 2023

Rocío Cerón. Mirador (latitud norte 31º, longitud este 34º)

Algunas veces es preciso que estalle el corazón del mundo
para alcanzar una vida más alta.
G. W. F. Hegel

A falta de tierra, desnudo
sin firma ni signo de atadura,
acaso entre la falta y la velocidad del ala
del zancudo,
       aterrizas.
En tanto, el aire se desprende de las voces.

    Cuantioso el infierno de los hombres.

No cargas más.
No más allá de esta calle, esta penumbra.
De las sombras has vuelto a este paraje,
sin una libélula en la frente.
Ni azul que desmaye en tu presencia.
Habitas en la precisión del instante:
    Esa es tu certeza.
Yace aquí tu contenido,
el líquido difuso de tu paso.
Yerras, caes a tumbos.
No esperas.

           La impaciencia es deshonra del furtivo.

De bruces en el lodo, tus rodillas guarecen estigma que tu
imperio necesita.
Junto a tarántulas y reptiles
cansados de olisquear las formas
   tu silueta regresa.
Incidencia en este vuelo a ras de angustia.

         El pasado no clarifica, no abriga a la piedad ni a los momentos.

Incidencia en tus ojos que trascienden al fuego.
No gastes la memoria.
Siéntate. Bosteza.
Adquiere temperatura y brizna en la nuca,
   en las sienes.
Acuérdate del jardón, del ala antigua que rozaba la frescura de los cuerpos.

Desata los cordeles, los nudos, las hebillas,
anuda el enjambre de las venas a la huella de tus manos.
Toda alabanza posa su ruego en la cal: arcilla, forma asible:
presencia para     deambular entre los muertos.
Siente la noche como fe carcomida por el tiempo.

El rezago del miedo ha dejado sus hábitos en la frente; ese ademán,
apenas contenido, es el mundo bajo el caparazón de las hogueras.

Con pujo de vejiga, llano de dolor,
   celebra en la orina.
Regresa a la santidad del huérfano,
ningún intento resbale por tus párpados.
Sé el entierro del sentido.

       Somos voz que se deshace.

Desciende ahí: donde sólo resta el lugar para uno mismo



En "Sombra roja. Diecisiete poetas mexicanas (1964-1985)"


jueves, 27 de julio de 2023

Mónica Nepote. La estación

Tímida se borda en la orilla de febrero. Su rostro detiene el gélido punzar del aire, y la tierra, amorosa, cede su hondura a la semilla, al principio del tiempo. La granada perdida en los infiernos abre su amargura en el trino de las aves. Este color es su regalo.



En "Sombra roja. Diecisiete poetas mexicanas (1964-1985)"


miércoles, 26 de julio de 2023

Mercedes Luna Fuentes. Situada al centro del cuerpo...

Situada al centro del cuerpo, atraviesa nuestra espalda y nos levanta como un gancho vestido de carne. La anatomía lo dice: está diseñada para mantenernos erguidos, para sostener al cráneo que se inclina y mira sobre una cama de hospital a un cuerpo tendido.
Hay algo que la sostiene, sin eso, la columna no cumple su función. Ese algo nos ayuda a girar el cuerpo dentro de las aguas de mar, a girarlo sobre la arena dentro de la noche, a girarlo sobre el asiento dentro de un autobús.
Ese algo ayuda a la columna a envolverse sobre otra como soga.
Es falso que la columna se sostenga por sí misma. A esa curvatura hecha de puños cerrados y blancos, ensartados dentro de la carne, la sostiene el pensamiento más obsceno, vulgar; verdadero como la mentira; algo que hemos nombrado y escrito hasta el asco.



En "Sombra roja. Diecisiete poetas mexicanas (1964-1985)"


martes, 25 de julio de 2023

Ana Franco Ortuño. Instructivo primero: Manual de taxidermia

Arriesgarse lo es a perder, claro,
pero ese es el juego de todo arte.
La generación del cordero

I
[Niña Escarlata]

ciclo de pérdidas
cercano a la propia muerte
abyecta (su olor y su textura):

-Matamos dos alacranes
Había, además, un avispero

Un pájaro me llama y asusta la dirección de su silbido
Su naturaleza me excluye, me enoja
Otros animales miran a los ojos: los gatos, las ardillas


II 
[Mujer joven]

Hay miedo también en la parcialidad de mis objetos
Su efímera
condición de blandura

Aprendimos a huir de lo que aparenta solidez
-o peor-
Lo sólido me huye

Avanzo en mi   (in)quietud
[ritmo como imposición]
Cuántas veces habré escrito la palabra miedo
cuántas la palabra pájaro?



En "Sombra roja. Diecisiete poetas mexicanas (1964-1985)"



lunes, 24 de julio de 2023

Carla Faesler. Güera Miss Clairol

En la tienda, la caja ronronea,
libera el cuerpo aquello que le falta:
feromonas y rosa adrenalina,
sonrisas de sustancias incoloras.

Es el nuevo color en los cabellos,
obligados al rizo, sometidos al rayo,
lejos del lacio oscuro que señala
el emblema más pobre. La industriosa

bondad de lo exitoso, ese blanco
compacto en las mejillas, sobre aquellas
facciones de vencidos ahora alegres,

maquillado su miedo y su fracaso,
cuya imagen por fin ya palidece,
del espejo del mundo eliminada.



En "Sombra roja. Diecisiete poetas mexicanas (1964-1985)"

domingo, 23 de julio de 2023

Cristina Rivera Garza. XVIII

XVIII
la dichosa


Decía: Yo no soy la dicha.
Si tú me dices, yo me desdigo.

Insistía: Si tú me dijeras, yo sería la des-dicha-(da).

Añadía: Yo digo.
Yo soy mi propia dicha.

Concluía: dichosa yo que puedo decir.
Y decirte.

Cosas por el estilo le preocupaban a la Ex-Muerta, la emergida, la mismísima Concha Urquiza ahí, sobre la arena.



De "Los textos del yo"

En "Sombra roja. Diecisiete poetas mexicanas (1964-1985)"



sábado, 22 de julio de 2023

Pilar Romero Burgos. Pintura negra

Del fondo de qué lago, de qué fétida sima 
salieron estos monstruos?
Acaso, como antaño, de la mente 
de un Goya atormentado?
De nuevo, si pudieran, 
romperían el alma de Miguel y Federico.
Quemarían los libros,
prohibirían los besos.
Amos de la verdad, de la decencia 
comprarían magistrados y obispos,
dictarían el largo de la falda, la hora de dormir,
el número de hijos
y el humo y el amor "como es debido".
Creímos que todos habían muerto 
pero tan solo estaban escondidos,
acumulando bilis,
recobrando el resuello.



De "Estancias prohibidas"



viernes, 21 de julio de 2023

Ani Galván. Una lección de plástica

dijeron que la vida era un dibujo
que debía rellenar con gesto suave

pronto fui incapaz de seguir la premisa
demasiado hábil al violar la Ley

         para que nada duela
         algo en ti debe
         contenerse 



De "Educación de una cortesana"



jueves, 20 de julio de 2023

Yolanda Pantin. Conversación en un baño

Por costumbre
se acuesta en la cama
a esperar a su marido
que llega siempre tarde
da las buenas noches
bosteza
   
Ella se va al baño
aplaca la furia
con su mano maestra
recostada en la toalla
cuando él entra y pregunta:
"Qué haces aquí?"
   
"Nada", responde.



(De Correo del corazón, 1985)


En la antología "Poesía soy yo.
Poetas en español del siglo XX (1886-1960)"
    

miércoles, 19 de julio de 2023

Yolanda Bedregal. Inutilidad

En cada nueva luna
mi alma inventa
una canción de cuna
inútilmente.
   
Veintisiete palabras de ansiedad
tiene mi canto;
y cuando se apaga la luna,
cada palabra se disuelve
inútilmente
en un hilo de sangre. 



(De Ecos, 1940)


En la antología "Poesía soy yo.
Poetas en español del siglo XX (1886-1960)"

martes, 18 de julio de 2023

Winett de Rokha. Fotografía en oscuro

Resuena en las amapolas del cielo
mi historia de piedra dormida,
desde el suceso inmemorial de los crepúsculos.

Prolongo mares de árboles
besando el camino sin término.

Entrego a la vida mi sombra
de calle tranquila;
-balcón en la ciudad de los arabescos inusitados-.

Amo la línea que se escucha,
como el color inicial de la aurora, traduciéndose
en la palabra del hombre
o en la palabra roja del trueno.

Majadería de niño, que lanza su honda al espacio,
camina mi balbuceo discontinuo
creciendo del mar y del sol su mariposa.



De "Fotografía en oscuro"

lunes, 17 de julio de 2023

Violeta Parra. Por qué será, Dios del cielo?

Por qué será, Dios del cielo,
que no se resigna el alma
cuando nos cambian la calma
por olas de desconsuelo?
Tal vez sea por orgullo
del que recibe la afrenta,
porque la pena es inmensa
de ver desecho el capullo.
Por no escuchar el arrullo
les brota la indiferencia.

Se llora a lágrima ardiente
la ausencia del ser querido,
el corazón conmovido
palpita ligeramente
de verse ta de repente
solito en su gran desvelo,
como un barquito velero
que pierde su capitán
en brazos del huracán
por qué será, Dios del cielo?

Todos hablan del verano,
todos de la primavera,
de la luna, de la estrella
y del cielo arrebolado,
como si el enamorado
que pondera tanto azul
tuviera en sí la virtud
de la dicha eternamente,
cuando sólo de repente
se escucha el son del laúd.

La tristeza es un infierno
que nos oprime a su antojo,
como pájaro goloso
muerde las flores brillantes.
El alma es el gobernante
que rige las estaciones,
correspondido en amores
el ser se convierte en sol
y en negro el bello arrebol
si el hombre está en aflicción.



De "Violeta del pueblo"

domingo, 16 de julio de 2023

Violante do Ceo. Romance

Huid de amor, zagalejas;
huid si vivir queréis,
que verme morir amando
escarmiento os puedo ser.

No fiéis de sus caricias,
no de sus gustos fiéis,
que cual sirena engañosa
regala para ofender.

Huid de sus tiranías,
que, disfrazadas, tal vez
áspides son entre flores,
si flores al parecer.

En los tormentos que paso
cerca el ejemplo tenéis;
miradme y veréis, zagalas,
este enemigo quién es.

Mirad la tristeza mía
y en ella conoceréis
su tirano maltratar,
mi continuo padecer.

Mirad mis lágrimas tristes
Y en su corriente veréis
desde tirano lo injusto,
desde traidor lo cruel.



En la "Antología de poetas españolas.
De la generación del 27 al siglo XV"
 

sábado, 15 de julio de 2023

Verónica Zondek. Desaparecida

La muerte es el olvido de los vivos.
   
El olvido es una liebre veloz y pesada de plomo abismal.
   
La alegría está lejos
   
y cerca 
una tormenta de ojos
en fotos despintadas
y a la luz.
   
Hay un llanto feroz del cielo
que en demora cubre el paso de los latires. 
   
La memoria es una huella
y un tormento en el cristal de la lengua.
   
Tú 
   
una mano cerrada.
   
Una canción que no tuvo comienzo.



(De Por gracia de hombre, 2008)


En la antología "Poesía soy yo.
Poetas en español del siglo XX (1886-1960)"

viernes, 14 de julio de 2023

Verónica Volkow. A la Sor Juana desconocida

Miro tu retrato
pero más allá de la mentira del pincel
no puedo retenerte.
Sé que hay un tiempo, sin embargo,
en que miras tu rostro
en un espejo sin anclas
y piensas que alguien
-cuando ya no estén tus ojos,
ni los muebles,
ni las piedras del patio,
ni los árboles-
podrá descubrir el verdadero
contenido del espejo
y ver la sangre última
que circula al fondo, 
y te sabrá su hermana, hermana,
porque nuestra sangre común lava
las formas y colores de los ojos
y lava la memoria de formas y colores.
Pienso en todos los hombres,
las ciudades, los libros, las iglesias,
pienso en todas las piedras, las noches,
las montañas que viste
y son ya invisibles desde el litoral de tinta.
Cuánta vida y cuánta luz!
Sólo maquinaria de la sombra.



(De Litoral de tinta, 1979)


En la antología "Poesía soy yo.
Poetas en español del siglo XX (1886-1960)"
    

jueves, 13 de julio de 2023

Teresa Wilms. XVIII

Se ahogó mi risa en el espejo.
Largo crujido siniestro lanzó a la noche el cristal de
plata.
Una, dos... calló la hora, metal frío de planeta en la
rigidez del páramo.
Epiléptica de calentura la luna se dio a los balcones.
y el cadaver de mi risa es una esmeralda blanda que
al deshacerse vuelve en la superficie argollas y cruces
brillantes.



De "Anuarí"

miércoles, 12 de julio de 2023

Teresa de Cepeda. Vivo sin vivir en mí

Vivo sin vivir en mí,
y tan alta vida espero,
que muero porque no muero.

Vivo ya fuera de mí,
después que muero de amor;
porque vivo en el Señor,
que me quiso para sí:
cuando el corazón le di
puso en él este letrero,
que muero porque no muero.

Esta divina prisión,
del amor en que yo vivo,
ha hecho a Dios mi cautivo,
y libre mi corazón;
y causa en mí tal pasión
ver a Dios mi prisionero,
que muero porque no muero.

¡Ay, qué larga es esta vida!
¡Qué duros estos destierros,
esta cárcel, estos hierros
en que el alma está metida!
Sólo esperar la salida
me causa dolor tan fiero,
que muero porque no muero.

¡Ay, qué vida tan amarga
do no se goza el Señor!
Porque si es dulce el amor,
no lo es la esperanza larga:
quíteme Dios esta carga,
más pesada que el acero,
que muero porque no muero.

Sólo con la confianza
vivo de que he de morir,
porque muriendo el vivir
me asegura mi esperanza;
muerte do el vivir se alcanza,
no te tardes, que te espero,
que muero porque no muero.

Mira que el amor es fuerte;
vida, no me seas molesta,
mira que sólo me resta,
para ganarte perderte.
Venga ya la dulce muerte,
el morir venga ligero
que muero porque no muero.

Aquella vida de arriba,
que es la vida verdadera,
hasta que esta vida muera,
no se goza estando viva:
muerte, no me seas esquiva;
viva muriendo primero,
que muero porque no muero.

Vida, ¿qué puedo yo darle
a mi Dios que vive en mí,
si no es el perderte a ti,
para merecer ganarle?
Quiero muriendo alcanzarle,
pues tanto a mi Amado quiero,
que muero porque no muero.



De la Antología de poetisas españolas
Tomo I: hasta 1900
Selección de Luzmaría Jiménez Faro
Ed. Torremozas
  

martes, 11 de julio de 2023

Susana March. El viento

Todo ha vuelto a quedarse quieto,
todo en su sitio y en reposo.
Va navegando por los días
la barca triste del otoño.

Fue allá, por la primavera...
era un mundo maravilloso.
Tú llevabas el universo
metido dentro de los ojos.

Te vi llegar como se mira
todo lo extraño y misterioso.
Sentí lo mismo que si un viento
me sacudiera por los hombros.

Luego partiste... fue un segundo.
Mi corazón se quedó solo.
Ahora miro pasar la vida
como un reguero spbre el polvo.



Del poemario "El viento"

lunes, 10 de julio de 2023

Soraya García. Entre las caricias de un sol de almendro...

Entre las caricias de un sol de almendro
flores blancas del rito
aquí de nuevo las espinas
desnudas con sus cinco dedos.



De "Agricultura"

domingo, 9 de julio de 2023

Sor María de San José. Esto es ser carmelita reformada

Pobre el vestido, limpio sin cuidado,
un rostro afable, grave, alegre, honesto,
un trato honroso, sincero y modesto,
a la verdad el corazón ligado;
 
un valeroso pecho al bien atado,
sin que temor o amor le mude el puesto,
conforme a Dios, en todo al hombre opuesto,
por sí mismo temblando sosegado;
 
buscar a Dios, por solo ser Dios bueno,
abrazar con el alma la pobreza,
tener por libertad el ser mandada;
 
el corazón vacío, de Dios lleno,
conocer la soberbia en su bajeza:
esto es ser carmelita reformada.
 
 

En la "Antología de poetas españolas.
De la generación del 27 al siglo XV"

sábado, 8 de julio de 2023

Sor María de la Antigua. Invocación del favor divino que puso la venerable madre sor María de la Antigua a esta obra

Socorredme, Señor mío,
si no queréis que perezca
entre dos mares metida
de quien soy y tus grandezas
hechas en la criatura
peor que el Cielo sustenta.
que cuanto mayores fueron,
tanto lo son las ofensas.
Mandaisme, mi Dios, que escriba
las soberanas larguezas
que habéis hecho con mi alma,
y cómo respondo a ellas.
Sépase mi ingratitud;
no tengas, alma, vergüenza;
pues sin vergüenza pecasteis,
decid que sois sinvergüenza.
Yo soy la ingrata que di
a mi Señor con las puertas
tantas veces en la cara,
como si Él algo perdiera.
Y habiéndole menester,
yo le traté de manera
que en no echarme en el Infierno
mostró su amor y grandeza.
Ojalá estuviera en él
primero que le ofendiera,
que no siento mis tormentos,
sino solo sus ofensas.



En la "Antología de poetas españolas.
De la generación del 27 al siglo XV"

viernes, 7 de julio de 2023

Sor Marcela de San Félix. ¡Oh cuánto pierde quien pierde el preciosísimo tiempo!

¡Oh cuánto pierde quien pierde
el preciosísimo tiempo!
¡Oh cuánto gana quien gana
sus instantes y momentos!
Toda la plata y el oro   
y diamantes de más precio
no valen lo que un instante
que se gasta para el cielo.
¡Oh tiempo, riqueza suma
a quien te estima! Yo creo 
que ni un solo respirar
no le exhale sin provecho.
¡Oh infelicísima vida
la que he gastado sin miedo
de la cuenta que he de dar 
del instante más pequeño!
Las coronas y las mitras,
y aun las tïaras, es cierto
que son la misma desgracia
si desperdician el tiempo.
¡Oh si licencia les dieran1
a los que gastaron, necios,
el tiempo, sin granjear
que volviesen a sus cuerpos!
Con provechosa codicia, 
divinamente avarientos,
guardarían los instantes
como antes los dineros.
Para adquirir y ganar
vivimos este destierro,     
y nuestros censos y juros
son los espacios del tiempo.
Depende una eternidad
de solo un instante incierto:
¿Pues cómo se pasa instante
sin dar pasos a lo eterno?
¡Oh si me diesen a mí
tiempo en que llorar el tiempo
que tan sin cuenta he gastado
todo lo mejor del tiempo!
De mi tiempo mal gastado,
Dios mío, [a] aquel tiempo apelo
que dispuso tu piedad
el que yo llegase a tiempo.
A sus vanas alegrías  
llama el malo pasatiempos,
y tiempos que así se pasan
traerán tristeza a su tiempo.
¡Oh si todos entendiesen
el que no es ahora tiempo
de gozar! Que al padecer
sea dedicado este tiempo.




De la Antología de Poetisas españolas
Tomo I: hasta 1900
Selección de Luzmaría Jiménez Faro

jueves, 6 de julio de 2023

Sor Juana Inés de la Cruz. En que satisface un recelo con la retórica del llanto

Esta tarde, mi bien, cuando te hablaba,
como en tu rostro y tus facciones vía
que con palabras no te persuadía,
que el corazón me vieses deseaba;

y amor, que mis intentos ayudaba,
venció lo que imposible parecía:
pues entre el llanto, que el dolor vertía,
el corazón deshecho destilaba.

Baste ya de rigores, mi bien, baste;
no te atormenten más celos tiranos,
ni el vil recelo tu quietud contraste

con sombras necias, con indicios vanos,
pues ya en líquido viste y tocaste
mi corazón deshecho entre tus manos.




miércoles, 5 de julio de 2023

Sor Jerónima de la Asunción. Soliloquio

Vuestra soy, para vos nací;
qué mandáis hacer de mí?
Inaccesible grandeza,
eterna Sabiduría
y bondad del alma mía,
Dios, un ser, poder y alteza,
mirad la suma pobreza
de esta que se ofrece aquí.
Qué mandáis hacer de mí?

Veis aquí mi corazón,
yo le pongo en vuestra palma,
mi cuerpo, mi vida y mi alma,
mis entrañas, mi afición;
luz, esposo y Redención,
pues por vuestra me ofrecí,
qué mandáis hacer de mí?

Dadme muerte o dadme vida,
salud o enfermedad
honra o deshonra me dad,
dadme guerra o paz cumplida,
que, medrosa o atrevida,
a todo diré que sí.
Qué mandáis hacer de mí?

Dadme riqueza o pobreza,
dadme gusto o desconsuelo,
dadme alegría o tristeza,
dadme infierno o dadme cielo;
vida dulce, sol sin velo,
pues del todo me vendí.
Qué mandáis hacer de mí?

Si queréis que me esté holgado
por amor, quiérome holgar;
si me mandáis trabajar,
morir quiero trabajando;
decí dónde, cómo y cuándo,
decí, dulce amor, decí,
qué mandáis hacer de mí?

Si queréis, dadme oración;
si no, dadme sequedad;
si abundancia o devoción,
o si no esterilidad.
Soberana Majestad,
solo hallo paz aquí.
Qué mandáis hacer de mí?

Dadme, pues, sabiduría,
o por amor ignorancia,
dadme años de abundancia
o de hambre y carestía,
tinieblas o claro día,
revolvedme aquí o allí;
qué mandáis hacer de mí?

Dadme Calvario o Tabor,
desierto o tierra lodosa
sea Job en el dolor
o Juan que al pecho reposa,
sea viña fructuosa
o estéril, si cumple así;
qué mandáis hacer de mí?

Sea Joseph en cadenas
o de Egipto Adelantado;
sea David sufriendo penas
o el mesmo ya coronado;
sea Jonás anegado
o libertado de allí;
qué mandáis hacer de mí?

Esté callado o hablando,
haga fruto o no le haga,
la ley me esté preguntando,
la gracia sane mi llaga;
crezca o se mengüe mi paga,
solo vos vivid en mí.
Qué mandáis hacer de mí?

Vuestra soy, para vos nací;
qué mandáis hacer de mí?



En la "Antología de poetas españolas.
De la generación del 27 al siglo XV"

martes, 4 de julio de 2023

Sor Hipólita de Jesús Rocaberti. Himno en desprecio del mundo

Pues a cuanto el mundo alaba
pone fin la sepultura,
no quiero bien que no dura,
ni temo mal que se acaba.
 
Llore yo el tiempo pasado
y menosprecie el presente,
meditando atentamente
el tiempo que no ha llegado.
 
Pues el tiempo está pasando
y se me acerca la muerte,
quiero vivir de tal suerte,
que en el bien me halle velando.
 
La cruz quiero por cayado,
séanme clavos y lanza
asilos de mi esperanza
en mi corazón fijados.
 
Aunque vivo en este mundo,
trátole como traidor,
aborrezco su favor,
vístome de su descuido.
 
A mi alma, cual carbón,
muerta, negra, fría y fea,
con la sangre la hermosea
que por mí en su Pasión dio.
 
La muerte venir afecta;
yo deseo que no tarde
cuando mi corazón arde
en la caridad perfecta.
 
Si el mundo llama al perdido,
llama Jesús sus electos;
quiero ser de los perfectos
y a Jesús prestar oído.
 
Este es cordero y pastor
y yo su pequeña oveja,
y así mi amor se apareja
a oír la voz del Señor.
 
Oh!, si en esta tierra ajena
viviera yo de tal suerte
que cuando llegue la muerte
venga muy en hora buena.
 
 

De la "Antología de poetas españolas.
De la generación del 27 al siglo XV"

lunes, 3 de julio de 2023

Sor Dorotea Félix de Ayala. Décimas a la muerte del doctor Juan Pérez de Montalbán

Que amor uno pueda hacer
de dos amantes ingenios,
y más siendo unos genios,
nadie le duda el poder.
Pues si esto así puede ser
cuando uno al otro así quiere,
sin duda alguna se infiere
que por más que uno se prive
al morir, todo no vive
al punto que el otro muere.

Montalbán, pues esto es cierto,
quién es aquel que no vio
lo mucho que en ti murió
cuando al gran Lope vio muerto?
Así con razón advierto
al mundo que, cuanto a mí,
morir dos veces os vi,
quién tanto visto no hubiera!:
en Lope, tú, la primera,
la segunda, Lope en ti.

En tanto extremo notamos
cuanto sentir os hicistes;
pues si dos veces moristes,
nosotros cuatro os lloramos;
a la fortuna culpamos
de sernos tan importuna,
y responde la fortuna
que era injusto que se viese
que dos veces no muriese
quien ha de vivir más de una.



En la "Antología de poetas españolas.
De la generación del 27 al siglo XV"

domingo, 2 de julio de 2023

Sor Ana de San Bartolomé. Letrilla

Si ves mi pastor,
háblale, Llorente;
dile mi dolor,
mira si lo siente.

Dile con cuidado,
y bien dicho, pastor,
que por qué ha cerrado
ansí mi corazón,
y siendo el Señor
ansí se me ausente.
Dile mi dolor,
mira si lo siente.

Vuélveme la luz,
caro y buen amigo,
y venga la cruz
como seáis servido,
que ese es el camino
que pide amor.
Dile mi dolor,
mira si lo siente.

La noche es oscura
y da mil temores,
y los robadores
que no se conduran;
y entonces te escondes,
mi buen fiador?
Dile mi dolor,
mira si lo siente.

No os mostréis tan duro,
buena está la prueba
y basta la hecha,
pues veis no es seguro
en tan flaca tierra
y tan sin vigor.
Dile mi dolor,
mira si lo siente.

Cómo me has metido
en tan fuerte breña,
y te has escondido
dejándome en ella
y en estrecha senda
sin saber dó voy?
Dile mi dolor,
mira si lo siente.

Si me has entendido,
cómo no respondes
a un triste suspiro
que es cierto que le oyes?
Y eso más me pone
triste y con temor.
Dile mi dolor,
mira si lo siente.

Dile cuál estoy
y todas mis penas,
y con gran dolor
de ver sus ausencias,
y en tierras ajenas
que es más el temor.
Dile mi dolor,
mira si lo siente.

Dile que no tarde,
porque yo me muero
y no hallo nadie
que me dé consuelo
si yo no le veo
en mi corazón.
Dile mi dolor,
mira si lo siente.

Dile a qué hora
quiere que le aguarde,
que él mismo la escoja
y que me lo mande,
y que yo le halle
como a mi pastor.
Dile mi dolor,
mira si lo siente.



En la "Antología de poetas españolas.
De la generación del 27 al siglo XV"


sábado, 1 de julio de 2023

Sor Ana de Jesús. Invitación de Navidad, 1585

Sal acá fuera, querido.
Darémoste el corazón
y tú tomarás posesión.
 
Sal acá fuera, querido,
ya del vientre de tu madre,
abajo de las alturas,
que allí tienes a tu padre.
 
Que no te entretenga nadie;
hasta verte, el corazón
y tú tomarás posesión.
 


   
En la "Antología de poetas españolas.
De la generación del 27 al siglo XV"