Mamá, qué no me oyes?
Nadie me oye en este pozo,
no me oyes porque no llamo a nadie
ni oigo a nadie.
Sólo escucho el hilo de su voz.
La tuya no es la que busco.
Estoy en medio de la noche
a ciegas, sorda y sin olfato
aprisionada en este pozo.
Mamá, lánzame una cuerdita.
De "Cristales de tiempo"
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